La vida me ha dado seres queridos, sin embargo yo quiero alejarlos

¿Cuál es la manía de llevarle la contraria a todo?
Si mi papá me previene del embarazo, yo quiero tener sexo sin protección para correr un riesgo.
Si me dice que el cigarro te daña los pulmones, yo quiero fumar.
Si me dice que el exceso de alcohol te daña el hígado, yo quiero embriagarme hasta no recordar.
Si me dice que la marihuana mata neuronas, yo quiero fumar hasta quedar idiota.
Si me dice que la comida chatarra no es nutritiva, yo quiero comer pura grasa.
Si me dice que debo alimentarme, yo no me alimento.
Si me exige que estudie y sea responsable, yo me dedico a hacer lo contrario.
Si me dice que sea puntual, yo soy impuntual.
Si me dice que ordene la pieza, yo la dejo deshecha.
Si me dice que no me preocupe, yo me preocupo.
Si me dice que lea los libros del librero, no leo ninguno.
Si dice que me levante temprano, me levanto tarde.

Así un sin fin de cosas.
El otro día mi madre me dijo que si fumara marihuana no se preocuparía... una vez más le quito la emoción de hacer algo, le quito lo interesante. Definitivamente ya no fumaría marihuana.

Hace un tiempo (no mucho) me dijeron que el ser humano vive en busca de la felicidad y que no se da cuenta que la felicidad está frente a él. La verdad es que aún no logro comprender/aplicar esas palabras.

Alguna vez fui la oveja torpe y tú el león masoquista.
Que bueno que eso ya acabó.

Creí sentir un ternero mugir lo cual era muy poco probable, por lo que decidí asomarme al balcón. Descubrí a un perro negro, se parecía al del parque que siempre está reposando bajo la fresca sombra de los arbustos. Le murmuré que me mirara y entonces le pregunté qué le pasaba. Me quedé mirándolo fijo, nos quedamos mirando fijo alrededor de tres minutos hasta que decidió voltearse. Quedó de costado hacia mi mirando de forma perdida, miró la calle y cambió de rumbo, dándome entonces la espalda. Me quedé ahí, inclinada observando como se marchaba.

Desde ese momento llevo una sonrisa conmigo.

plástica.

Así de simple, esa es la nueva definición que me atribuye mi hermana. A veces pienso que la merezco.